Una zona prohibida alrededor de la Antártida
La semana anterior a la salida de la Vendée Globe 2024, los directores de regata informan a los regatistas de la posición de la Zona de Exclusión Antártica. El objetivo de esta ZEE es evitar que los patrones se topen con icebergs y otros bólidos durante su circunnavegación de la Antártida. Esta corona virtual está formada por 72 puntos GPS, separados 5° entre sí.

"Desde hace varios meses, trabajamos con CLS (Collecte Localisation Satellites) para seguir el movimiento del hielo en la zona antártica, tanto en el océano Índico como en el Pacífico. Estas imágenes de satélite se encargan con antelación y se procesan en CLS Brest, con el analista de radar de CLS Jimmy Viard. Establecimos una primera zona, que se comunicó el 1 de octubre y, el sábado pasado, afinamos nuestras posiciones y comunicamos la versión ZEA de la salida, que se entregó a los corredores el 30 de octubre" explica Jacques Caraës, director de la carrera.

El posicionamiento del hielo ha permitido al comité de regatas reducir el límite en 1° con respecto a la edición de 2016. Por tanto, el recorrido será ligeramente más corto para los patrones, que tendrán que recorrer 24,296 millas para regresar a Les Sables d'Olonne.
Los patrones no están autorizados a lanzarse hacia el sur para escapar de una zona de altas presiones o para intentar recuperar algunas millas. De hecho, como la Tierra es redonda y la Vendée Globe consiste en navegar alrededor del continente antártico dejándolo a estribor, cuanto más al sur se vaya, menor será la distancia. Pero la probabilidad de encontrarse con hielo es más evidente.
Una consulta franco-australiana

La vigilancia del hielo no es el único parámetro que se tiene en cuenta para definir la AEA. Se ha organizado una consulta entre los directores de la regata, el MRCC australiano (Maritime Rescue Coordination Centre) y la AMSA (Australian Maritime Safety Authority). Este intercambio tripartito permite tener en cuenta el radio de acción de los servicios de salvamento australianos.
El posicionamiento de la ZEA evoluciona

Las diferencias de velocidad entre los barcos nunca han sido tan grandes como en esta edición de 2020. Habrá un intervalo de varias decenas de días entre la llegada del ganador y la del último competidor que regrese a Les Sables d'Olonne. La flota estará repartida entre el Océano Índico y el Pacífico. Por este motivo, la posición de la ZEA podrá modificarse durante la regata, en función de la evolución de la deriva del hielo. Si el CLS detecta un iceberg durante la regata, se enviará un Ice Report a todos los competidores.
Otras zonas que deben evitarse
Además, la dirección de la regata prohíbe a los patrones navegar en zonas muy transitadas. Las zonas afectadas son el cabo de Finisterre, el cabo de Roca (el punto más occidental de Portugal), el cabo de San Vicente (el extremo sur de Portugal), Mauritania y las Canarias, al este y al oeste. Y, desde este año, a nivel de la DST de Ouessant y la de West Scilly.

¿Qué impacto tendrá esto en los patrones?
Las primeras ediciones de la Vendée Globe y del BOC Challenge pusieron de manifiesto que algunos regatistas jugaban a la "ruleta rusa" yendo muy al sur para recuperar millas, sin dudar en cruzar campos de minas. Introducida para la edición de 2016, esta regla no cuenta con la aprobación unánime de la clase IMOCA.
Jean Pierre Dick pagó el precio mientras navegaba en el Océano Índico. Al no haber recibido la última actualización de la ZEA, el patrón del Saint Michel Virbac navegó 44 millas en la zona prohibida. Para enmendar su error, tuvo que dar media vuelta para salir de la zona por donde había entrado.
Las opiniones difieren de un patrón a otro:
"La estrategia es diferente, cierra un poco el juego, porque representa un obstáculo o terreno que tienes que evitar" dice Armel Le Cléac'h, ganador de la última edición. Y Alex Thomson añade: "Como regatista y competidor, no me gusta esta regla. Pero como ser humano y para seguir vivo, es la única opción"